El pasado 27 de marzo tuvimos la suerte de poder participar en el III Ressó que se celebraba en el IVAM.

Los Ressó son encuentros abiertos organizados por el Departamento de Didáctica del IVAM en los que se invita al debate y la reflexión en torno a la práctica de la mediación y la educación.

Precisamente, del debate que se produjo en la última edición es de donde surge la idea de centrar el III Ressó en la reflexión en torno al término Mediación, ya que cobró cierto protagonismo el cuestionamiento del uso de esta palabra para definir o aglutinar la gran diversidad de prácticas que conviven en la actualidad.

Para abordar este tema fuimos invitadas a compartir mesa con Dolors Juárez (Co-directora y miembro de Experimentem amb l’ART, doctora en Bellas artes y que se declara transitando entre el arte y la educación), Lluis Noguerol (Mediador cultural en Culturama y Lambda, así como miembro de AVALEM) y Jodie Dinapoli (Especialista en educación en entornos artísticos y museos), todo un lujo no sólo por las experiencias que podían aportar cada uno de ellos, sino ante todo por la diversidad de puntos de partida y posicionamientos desde los que abordar el tema.

VÍDEO | ¿Hablamos de mediación? © IVAM

Para centrar el debate y poder abrir lo máximo posible a la participación, decidimos que cada uno de nosotros haría una breve introducción a su práctica para a continuación responder a tres grandes preguntas:

A lo largo de las cuatro exposiciones, fuimos viendo cómo cada uno iba aportando distintos matices en torno a qué entendemos por mediación cultural. Desde AMECUM apuntamos las dificultades para su definición y el debate permanente sobre la pertinencia de acotar el término, Dolors comentaba que la palabra mediación en general es una palabra que incomoda, y que a ellos en Experimentem les lleva a un debate permanente, de hecho de uno de estos debates surgió la frase “Si tu me dices mediación lo dejo todo”, un guiño cargado de muchas de las problemáticas en torno al uso y abuso del término, por otra parte insistió en la importancia de involucrar a la ciudadanía como elemento diferencial, lo cual también entraña sus dificultades como ella dijo tratar de unir arte, educación y ciudadanía “nos coloca a la intemperie”, por otra parte Lluis profundizando en esta dirección apuntaba que él prefería hablar de mediación socioeducativa, pues le resultaba más apropiado. Finalmente Jodie comentaba que a ella el término mediación no terminaba de convencerle pues le parecía muy frágil, lo cuál le hacía sentirse más cómoda en el perfil de educadora.

En cuanto al perfil profesional todos parecíamos coincidir en que se trata de un perfil que necesita de una alta cualificación, la cual en la práctica además cada vez es mayor, lo cual contrasta con la baja consideración que se tiene de la profesión a diversos niveles.

En este punto también parecíamos coincidir. La valoración entre el público general es cada vez mayor, y entre algunos sectores de los públicos como los docentes sin duda empieza a haber un reconocimiento de la figura. Pero aún nos queda mucho por andar en cuanto a la visibilización dentro de las instituciones o espacios culturales, tanto de cara a las condiciones en las que ejercemos nuestra labor como de cara a las relaciones con otros agentes culturales con los que compartimos espacios y tiempos.

Tras nuestras intervenciones se abrió al debate con los asistentes y con aquellas personas que no pudieron asistir pero que estaban siguiendo el encuentro por streaming y se incorporaron al debate vía twitter.

El primer tema en aparecer fue si todo lo que la mediación cultural supone como elemento de transformación, es algo que las instituciones están dispuestas a afrontar de forma honesta ¿están preparados nuestros museos para ser interpelados por la ciudadanía?.

Uno de los temas fundamentales dentro del debate con el público tuvo que ver con la pertinencia de la palabra mediación para definir lo que hacemos. Mientras que una de las participantes afirmaba que la mediación fue para ella darle nombre a lo que llevaba haciendo años, para una de las personas que participaba desde twitter suponía un término poco claro que trataba de desbancar el término educadora y en cierto modo contribuía a connotarla negativamente. Pero también había quien prefería identificarse como educadora pero añadiendo las prácticas propias de la mediación.

Por supuesto, uno de los temas que no podía faltar eran las dificultades para poder realizar nuestro trabajo en condiciones dignas. Se habló de la precarización generalizada y de la necesidad de poner en marcha códigos de buenas prácticas que nos permitan trabajar en condiciones dignas. Lo cual redundará no sólo en el bienestar de las trabajadoras sino incluso en el propio desarrollo de la profesión.

Lo mejor del encuentro fue sin duda el intenso debate que se formó tras nuestras intervenciones, y que hizo que dos horas y media se nos quedaran muy cortas a todas.

Además quisiéramos destacar el excelente clima que se generó durante el encuentro en el que se respiraba un deseo de buscar puntos de encuentro que nos permitan construir juntas y fortalecer el trabajo que desde distintos puntos del territorio estamos haciendo.